Tras el éxito cosechado en los últimos años, EVVO, esta empresa de origen español, inicia un nuevo camino nada fácil, se diría que casi titánico. Lejos quedan quedan aquellos inicios en los que un grupo de jóvenes salmantinos, con más ganas que años de experiencia en su mochila, se lanzaron a crear una empresa de electrodomésticos española que pudiera competir con las grandes marcas ya existentes. Muchas de ellas con matrices extranjeras localizadas en lugares casi impronunciables para un español. En aquellos inicios se lanzaron en esta ardua aventura con un producto sencillo pero que con los años se ha ido convirtiendo en un referente de su sector, siendo a día de hoy unos de los mejor valorados por sus clientes: la lavadora EVVO.
Tras el éxito inicial de aquel primer producto, aquella pequeña empresa fue consciente de que si lo había podido hacer una vez, podrían volver a hacerlo una segunda y por qué no, una tercera vez. Y entonces trabajaron para incorporar las lavadoras-secadoras, un complejo producto que requería de mucho más desarrollo. Si lo lograban cambiaría su vida y la de sus clientes para siempre. Ahora las lavadoras y secadoras de EVVO son las más valoradas por sus clientes y ya han vendido miles de electrodomésticos. El ritmo de crecimiento es imparable.
Entonces y sólo entonces es cuando aquellos chicos de la ciudad del Tormes, de la tierra de los charros, vieron que aquella empresa que soñaban se había hecho realidad. Sus ganas de triunfar, su arrojo de juventud les llevó a soñar en grande y se lanzaron a desarrollar una gama completa de grandes electrodomésticos para el hogar. Primero fueron los lavavajillas, luego las neveras, los congeladores, los aspiradores, los hornos y los microondas y así hasta cientos de referencias que a día de hoy llenan su página web, una página web con una cuidada estética, como sus diseños.
Entonces empezaron a hacer ruido. En redes sociales, influencers con millones de seguidores empezaban a hablar de las maravillas de sus nuevas lavadoras, se sacaban fotos con su nuevo aspirador EVVO, vestidos de sus mejores galas para la ocasión. Luego dieron el salto a la gran pantalla y sus productos empezaron a verse en películas, programas, concursos y series de televisión como Masters de la Reforma, Valeria, Cuéntame cómo pasó, Historias para no dormir, Hit, etc. Aquellos chicos sabían que habían triunfado.
Hoy, EVVO es una empresa consolidada, con unos excelentes ratios de crecimiento. Pero no todo es tan fácil como parece. Alguien podría pensar que es relativamente sencillo pero cuando se crea una empresa de electrodomésticos de escala nacional se tiene que tener un excelente servicio de atención al cliente con todo el equipo humano que eso conlleva y por supuesto un equipo de instalación y de atención técnica igual o mejor que el de la competencia. Y esa es la parte más complicada de este negocio. EVVO cuenta con más de 300 puntos de servicio técnico distribuidos por toda la geografía nacional y su atención está muy reconocida dentro del sector.
Su actual CEO y fundador, Luis Alfonso Marcos, cuenta que tiene muchos planes para el futuro. Es joven pero sabe lo que dice. No es la primera empresa, ni la única que dirige. Tiene las mira puesta en su siguiente gran objetivo y hoy lo ha confirmado: EVVO sale a expandirse por nuevos mercados. Y ha decidido hacerlo en el país más cercano a su ciudad natal: Portugal.
Cuenta que en el último año ha lanzado la gama de pequeños electrodomésticos, una interesantísima y competitiva línea de televisores inteligentes con sistema Android, una línea de purificadores de aire para luchar contra la Covid, de cuyos modelos alguno se agotó en días tras su lanzamiento, y de la nueva gama de productos de movilidad urbana de patinetes eléctricos.
EVVO cumple este año su quinto aniversario y lo hace con buenas perspectivas. Dice que lo van a celebrar con grandes promociones, como se merece. Su crecimiento ha sido constante desde su creación en el año 2016 y ha superado ya dos importantes crisis económicas, la de 2018 y la actual. Parece que nacieron con un pan bajo el brazo. Se espera que este primer paso en el país vecino les depare tan buena fortuna como hasta ahora.